jueves, 3 de octubre de 2013

The magic murshrooms


Otro de los atractivos turísticos de Holanda para aquellos cuyo fin es “pegarse un viaje” son las setas de la risa o mágicas. Esta droga se enmarca dentro de los alucinógenos naturales, aunque no por ello son inofensivas. El principio activo que destaca en estos hongos es la psilocibina -también se habla de la psilocina, pero ésta es un alcaoide derivado de la psilocibina- que es la responsable del efecto psicoactivo de la droga, es decir, de la alucinación. Se mantiene la cifra de un total de más de 70 especies de hongos que contienen esta sustancia, siendo su forma seca la que más cantidad de psilocibina contiene (0'3%) -en el hongo fresco encontramos un 0'04%-, de ahí que en las tiendas especializadas sea esa su forma más común de venta; además de que en varios países, como en el nuestro, sólo está permitida la entrada de su forma fresca.
 
Seta fresca
Los efectos de las setas se empiezan a notar a partir de los 10 minutos hasta los 40, dependiendo del metabolismo de cada persona, eso sí, se recomienda la no ingesta de alimentos al menos dos horas antes del consumo -y, claro está no mezclar con otras drogas, entre ellas, el alcohol-. Dichos efectos van desde la euforia, somnolencia, torpeza, modorra, dilatación de las pupilas, taquicardia o lo que se llama “mal viaje”, que suele ocurrir cuando la persona no está preparada para tomarla y su consumo le causa miedo, que a su vez puede provocar un comportamiento peligroso; por lo que se aconseja que hay que tomarlas con seguridad, por propia decisión y en un estado anímico positivo. Estos efectos o “el viaje” suele durar entre tres y ocho horas, dependiendo de la cantidad consumida y de si se ha comido algo durante el proceso. Dicen, que “en ese viaje” la persona experimenta una “expansión de la mente”, aumentando la actividad cerebral, lo que no es cierto, porque reduce la actividad en aquellas zonas relacionadas con la consciencia, lo que explica la manera extraña en la que se percibe la realidad -alteración del espacio y del tiempo-, provocada por esa falta de oxigenación y de flujo sanguíneo en dichas áreas del cerebro.
Seta seca
Y, como ocurre con la mayoría de drogas -sobretodo con las naturales-, se ha experimentado con la función de la psilocibina a nivel médico, ya que es usada como tratamiento experimental para muchas enfermedades, como los trastornos psicológicos -obsesivo compulsivo y personalidad-. Un estudio de la Universidad de Arizona afirma que si se administra de forma segura, los síntomas se ven reducidos. También puede actuar como antidepresivo, ya que las zonas cerebrales de las que hablábamos anteriormente que se ven afectadas por el consumo de las setas, están hiperactivadas en personas que sufren depresión. Otro beneficio del hongo es aliviar el sufrimiento psicológico asociado con el cáncer, así como el dolor de las cefaleas en racimos -dolor de cabeza intenso-, ya que la psilocibina reduce el flujo de sangre en el hipotálamo, que es donde la sangre se acumula causando este problema.
Hay que destacar que esta droga no crea adicción, pero sí una alta tolerancia, por lo que se recomienda que su consumo sea prolongado en el tiempo entre una y otra ingesta. De hecho, no ha sido documentada una dosis letal.
Como última anécdota sobre esta droga, ha sido llevada a la literatura en el libro Un Mundo Feliz, de Aldous Huxley.


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