domingo, 20 de mayo de 2012

Macedonia de sentidos



El 1% de la población tiene sinestesia, capacidad por la que se experimenta una percepción aumentada de la realidad

"Cerebros destruidos, la canción del grupo Eskorbuto, es verde con tintes rosas y plateados". Dimas Pardo, un estudiante de 23 años, es capaz de transformar los sonidos en colores.
La sinestesia se produce cuando los sentidos se entrelazan; es decir, se pueden saborear las palabras, oler las sensaciones y ver las canciones. Para estudiar esta capacidad, la Universidad de Granada ha creado varios grupos de trabajo en los que se analizan las diferentes vertientes de esta materia. Juan Lupiáñez, doctor en Psicología, es uno de los investigadores del proyecto y afirma que la sinestesia "es una anécdota, una curiosidad dentro del complejo mundo interpretativo de nuestro cerebro".
Varias escuelas la definen como un trastorno o una enfermedad. Sin embargo, para quiénes la experimentan no es un obstáculo en su vida cotidiana "¡Pensaba que a todo el mundo le ocurría! Me di cuenta porque me lo explicó mi hermano un día que dibujaba una canción. No es una enfermedad, me sirve para escribir poesía y es divertido", dice Dimas.
La teoría más extendida sobre su origen explica que en los niños recién nacidos las áreas de los sentidos no están separadas. Conforme los niños crecen, el cerebro se especializa y las conexiones entre los sentidos se cortan. Un cerebro sinestésico es aquel en el que esta separación no se produce correctamente.
Para Lupiáñez, esta teoría explica que todo el mundo tiene un grado de sinestesia. "La percepción sinestésica sería un extremo de un continuo en el que nos situamos todos, ¿o acaso no pensamos que el futuro está delante y el pasado detrás?", comenta el psicólogo.
Otros estudios afirman que es hereditaria. Asier Fullaondo, catedrático de Genética en la Universidad del País Vasco, comenta que un estudio demuestra la realidad del gen de la sinestesia, localizado en el cromosoma 2. Aunque la proporción de mujeres sinestésicas sea seis veces más alta que en varones, este estudio rebate las primeras teorías sobre la relación del gen de la sinestesia con los cromosomas sexuales.

El arte de la sinestesia
La cultura se ha aprovechado positivamente de esta facultad. El caso más conocido es el del pintor abstraco Kandisnky, que realizó su obra Impresiones III inspirándose en las composiciones musicales del autor Arnold Schoenberg. También destacan el escritor ruso Vladimir Nabokov, en cuyos escritos se recogen experiencias consideradas como sinestésicas; el compositor Rimsky-Korsakov, que asociaba el Mi bemol con el color azul; el músico ruso Alexander Scriabin, el cual tenía la virtud de asociar tonalidades con colores determinados; y Mozart, que pintaba la nota Fa de amarillo. Otras investigaciones afirman que también lo eran Paul Klee, Duke Ellington, Virginia Wolf, Marcel Proust, Charles Baudelaire y Van Gogh. Porque, como dice el neurocientífico Davil Eagleman: "Muchas cosas perduran en la naturaleza porque no son desventajosas".


2 comentarios:

  1. ¡Por fin! Buena frase la del final.

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    1. Ay que sería de mi si no me leyera mi hermano. Espero sacar pronto el del ATC.
      Gracias !!!!

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