Otro de los atractivos turísticos de
Holanda para aquellos cuyo fin es “pegarse un viaje” son las
setas de la risa o mágicas. Esta droga se enmarca dentro de los
alucinógenos naturales, aunque no por ello son inofensivas. El
principio activo que destaca en estos hongos es la psilocibina
-también se habla de la psilocina, pero ésta es un alcaoide
derivado de la psilocibina- que es la responsable del efecto
psicoactivo de la droga, es decir, de la alucinación. Se mantiene la
cifra de un total de más de 70 especies de hongos que contienen esta
sustancia, siendo su forma seca la que más cantidad de psilocibina
contiene (0'3%) -en el hongo fresco encontramos un 0'04%-, de ahí
que en las tiendas especializadas sea esa su forma más común de
venta; además de que en varios países, como en el nuestro, sólo
está permitida la entrada de su forma fresca.
Seta fresca |
Los efectos de las setas se empiezan a
notar a partir de los 10 minutos hasta los 40, dependiendo del
metabolismo de cada persona, eso sí, se recomienda la no ingesta de
alimentos al menos dos horas antes del consumo -y, claro está no
mezclar con otras drogas, entre ellas, el alcohol-. Dichos efectos
van desde la euforia, somnolencia, torpeza, modorra, dilatación de
las pupilas, taquicardia o lo que se llama “mal viaje”, que suele
ocurrir cuando la persona no está preparada para tomarla y su
consumo le causa miedo, que a su vez puede provocar un comportamiento
peligroso; por lo que se aconseja que hay que tomarlas con seguridad,
por propia decisión y en un estado anímico positivo. Estos efectos
o “el viaje” suele durar entre tres y ocho horas, dependiendo de
la cantidad consumida y de si se ha comido algo durante el proceso.
Dicen, que “en ese viaje” la persona experimenta una “expansión
de la mente”, aumentando la actividad cerebral, lo que no es
cierto, porque reduce la actividad en aquellas zonas relacionadas con
la consciencia, lo que explica la manera extraña en la que se
percibe la realidad -alteración del espacio y del tiempo-, provocada
por esa falta de oxigenación y de flujo sanguíneo en dichas áreas
del cerebro.
Seta seca |
Y, como ocurre con la mayoría de
drogas -sobretodo con las naturales-, se ha experimentado con la
función de la psilocibina a nivel médico, ya que es usada como
tratamiento experimental para muchas enfermedades, como los
trastornos psicológicos -obsesivo compulsivo y personalidad-. Un
estudio de la Universidad de Arizona afirma que si se administra de
forma segura, los síntomas se ven reducidos. También puede actuar
como antidepresivo, ya que las zonas cerebrales de las que hablábamos
anteriormente que se ven afectadas por el consumo de las setas, están
hiperactivadas en personas que sufren depresión. Otro beneficio del
hongo es aliviar el sufrimiento psicológico asociado con el cáncer,
así como el dolor de las cefaleas en racimos -dolor de cabeza
intenso-, ya que la psilocibina reduce el flujo de sangre en el
hipotálamo, que es donde la sangre se acumula causando este
problema.
Hay que destacar que esta droga no crea
adicción, pero sí una alta tolerancia, por lo que se recomienda que
su consumo sea prolongado en el tiempo entre una y otra ingesta. De
hecho, no ha sido documentada una dosis letal.
Como última anécdota sobre esta
droga, ha sido llevada a la literatura en el libro Un Mundo Feliz, de
Aldous Huxley.